¡Hola Sóller! ¡Adiós Torredembarra!

Hace 10 años que vivo en Torredembarra y ahora me voy a vivir a Sóller. Han sido los 10 mejores años de mi vida, sin duda. Me he realizado profesionalmente, he conocido a mi actual mujer y hemos visto crecer Encora, la empresa que con tanto cariño fundamos hace unos años.

Torredembarra es un lugar que os recomiendo a tod@s para vivir. Es genial en invierno y también en verano. Su playa enorme, siempre limpia, es lo mejor de la Costa Dorada, sin duda. El pueblo es tranquilo y la gente muy agradable. Es el típico pueblo de ensueño del mediterráneo donde la vida se nota hora a hora.

La comunicación con Tarragona por tren o bus es fenomenal. Son 18km. Por la playa puedes ir a Altafulla caminando o llegar al Roc de Sant Gaietà, una deliciosa caminata de un par de horas todo el rato por playa que puedes hacer descalzo.

Sin embargo la vida nos depara sorpresas y esta viene en forma de bebé que nacerá en mayo. Este hecho trascendental en mi vida motiva a ir a un entorno con los abuelitos cerca y con un entorno rústico en plena naturaleza que me encanta.

Seguro que volveré a menudo por Torredembarra para alquilar el piso que compré, venir con los niños a Port Aventura o simplemente hacer una visita nostálgica por la playa rememorando esos espacios de la felicidad de la memoria.

¡Hola Sóller!

Ha sido mi mudanza número 13. así que tengo un master y lo he tenido todo muy controlado. Tras un incidente paranormal con mi gato, pudimos subir todos al coche, ir hasta el puerto, coger el barco y llegar a Mallorca.

Los que habéis vivido traslados sabéis el componente emocional que supone para cualquier persona, pero lo he llevado bien. Los gatos no tanto, ya sabéis, le cambias el espacio 360º de su visión y los pobres se acojonan.

Así que desde este mes de abril estoy viviendo en Sóller, donde hemos trasladado también la oficina de la empresa.

Vivir en la Naturaleza

Sóller es una joya en el centro de la Serra de Tramuntana, que está en la zona norte de Mallorca. Aquí veré cómo nacen y crecen mis hijos y espero vivir los mejores años de la vida, que siempre están por llegar.

Disponemos de un gran jardín lo que me anima a montar un huerto y aprender muchas más cosas de la agricultura que es algo que siempre me ha apasionado. Sigo con desplazamiento 0 a la oficina, haciendo teletrabajo y teniendo la oficina pegada a casa. En Torredembarra subía un piso, aquí bajo una planta y me desplazo 20 metros hasta la ofi sin salir a la calle. Lujazo total.

Las despedidas siempre son tristes, pero en esta ocasión el porvenir tan positivo que me espera hace que no me sepa mal alejarme de los amigos ni de los lugares que han sido testigos de momentos tan especiales en mi vida.

Siempre he querido vivir en una casa, sin el ajetreo de los pisos y de las comunidades de vecinos y, con 43 años, lo voy a conseguir en Sóller 🙂

A todos los que tengáis que decidir si piso o casa y os lo podáis permitir, mi consejo, sin duda, es casa. Más trabajo y más felicidad.

Además tengo el aeropuerto a media hora, así que no puedo quejarme de nada.

Vivir en una isla es una experiencia nueva para mí también. Desplazarme a Barcelona es un periquete por ejemplo pero claro, todo pasa por subir siempre en un avión, lo que no me incomoda en absoluto.

Si venís por Mallorca no dejéis de visitarme, nos tomaremos una ensaimada con helado de almendra en la plaza de Sóller.

¡Hasta siempre Torredembarra! ¡HOLA SÓLLER!